miércoles, 7 de marzo de 2007

"Enganchados"

La verdad es que sólo pude ver la mitad del documental que hablaba sobre la adicción a las nuevas tecnologías. Videojuegos, internet, teléfono móvil… Pero tengo alguna noción sobre el tema, ya que desgraciadamente, tengo amigos, entre ellos mi novio, que, aunque se nieguen a reconocerlo, están totalmente enganchados a las maquinitas. Es cierto que no en la medida de los chavales que aparecían en el documental, pero como sigan a este ritmo acabarán igual o peor.

Muchas veces, de forma más seria este fin de semana (después de ver el vídeo en clase), les he “echado la bronca” por pasar cinco horas diarias delante de la televisión, anclados al PRO (o como se diga). Ellos se defienden diciendo que pasan ocho horas trabajando y que es su forma de pasar el tiempo libre. Es decir, pasan de una servidumbre a otra. Llega un momento en el que pierden la capacidad de elección. Están convencidos de que coger un mando y tirarse en el sofá es lo que quieren hacer. Pero no es más que la inercia. Han olvidado que existen otras formas de divertirse. Es algo similar a lo que nos ocurre a muchos jóvenes los viernes por la noche (yo incluida). Ya podemos estar cansados, desear más que nada una cama, pero lo que toca es salir de fiesta, emborracharse, bailar hasta que salga el sol.

Nada, o casi nada es bueno en exceso. Yo me confieso adicta al messenger y al correo electrónico. Pero bueno, soy consciente de ello y estoy intentando “quitarme”. Antes, lo primero que hacía al llegar a casa era encender el ordenador y mirar los emails (lo que además era muy triste porque sólo me llegan anuncios y mensajes en cadena).

Es paradójico ver cómo muchas de las nuevas tecnologías, que pretendían fomentar la comunicación, la están deshumanizando. Saber utilizarlas no se limita a saber cómo funcionan, hay que hacer un buen uso de ellas. Es cierto que hace 20 años era impensable que simplemente con un ordenador pudiéramos comunicarnos con alguien que está en la otra punta del planeta, pero ¿y los cafés con los amigos para ver qué tal va la vida? Hoy se soluciona con un telefonazo o con una conversación de messenger repleta de caritas sonrientes, besos y corazones horteras.

Es bonito compartir algo con alguien que quieres, una película por ejemplo, pero llega un momento, que sólo dirigimos la vista a la pantalla. Dejamos de mirarnos a los ojos. Y esto es peligroso.

"Enganchados" consiguió captar mi atención desde el principio. Además de ser un tema que me preocupa, en el documental, la adicción a las nuevas tecnologías se enfoca desde distintos flancos. Podemos contrastar las opiniones de los "adictos" con las de sus familiares e incluso con la iformación profesional que nos ofrecen expertos sobre este incipiente problema.

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