viernes, 25 de mayo de 2007

Comparte tu experiencia

Considero imprescindible, por la temática de este post, abrir un espacio en el que todos podamos compartir nuestra experiencia. Dejar de fumar no es fácil. Éste es mi tercer intento y sólo tengo 20 años. Es cierto que la fuerza de voluntad es necesaria para vencer la tentación, pero no es, como muchos piensan, la única arma con la que contamos. Existen diversos tratamientos que nos facilitan el día a día sin tabaco, desde ayudas de tipo farmacológico hasta apoyo psicológico.

A mí personalmente no me ha sido difícil superar el mono. La primera vez estuve sin fumar tres meses, la segunda, seis, y mañana cumplo 40 días desde la última vez que lo dejé. Obviamente las primeras semanas se tiene una sensación muy desagradable. Yo sentía como si unas manos me tirasen del estómago hacia dentro, una ansiedad bastante fuerte que con los parches y los chicles de nicotina o el Champix se suavizaba bastante.

Pero, lo realmente complicado, en mi opinión, es superar el hábito. Las ganas de encender un cigarro siguen ahí, a la espera de que bajes la guardia. Hay que convencerse de que alguien que ha sido fumador empedernido no puede fumarse sólo un cigarro. Cuando crees que ya es imposible que vuelvas, aparecen pensamientos del tipo “¿Y por qué no? Un cigarro no hace mal a nadie”. Pues bien, hay que grabarse a fuego que un cigarro va seguido de mil más.

Otra dificultad que se presenta al dejar de fumar, sobre todo los primeros días, es el hecho de asumir que no volverás a fumar nunca jamás. Te entra un agobio terrible, comienzas a pensar que antes o después vas a volver y que por lo tanto lo estás pasando mal gratuitamente. Para no dejarme vencer en este sentido, intentaba evitar ponerme metas a largo plazo. Me limitaba a decirme “Hoy no voy a fumar”. Poco a poco dejas de pensar y simplemente no fumas. La clave está en saber a qué pensamientos recurrir cuando el mono aprieta inesperadamente un sábado de cañas en tribunal.

Os invito a escribir en “comentarios” vuestras experiencias, dudas o consejos para dejar de fumar. Además, podéis relacionar (o no) vuestras intervenciones con las siguentes preguntas: ¿Eres fumador y te has sentido rechazado por ello? ¿Has vivido de cerca las consecuencias de una enfermedad provocada por el tabaco? ¿Qué mejoras apreciaste cuando dejaste de fumar?

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