viernes, 25 de mayo de 2007

La Ley Antitabaco

Según Jose María Carreras, jefe de la unidad de tabaquismo del Instituto de Salud Carlos III, la Ley Antitabaco no pretende que la gente deje de fumar, sino limitar el uso del tabaco en ciertos espacios, “al igual que se regula el tráfico, es necesario controlar el consumo de tabaco”. Sin embargo, gracias a la experiencia de las sociedades que han puesto antes estas medidas en marcha, se sabe que disminuyen el consumo de tabaco; los fumadores fuman menos y mucha gente deja de fumar.

La Ley Antitabaco se erige sobre tres pilares fundamentales. El primero consiste en suprimir prácticamente por completo la publicidad directa del tabaco y mucha de la indirecta. Esta medida ayuda principalmente a que la gente se inicie menos en el hábito, pues, dado que un fumador suele ser fiel a su marca, la publicidad iba dirigida fundamentalmente a captar nuevos clientes. Con una mueca seria, Carreras añade “Si la industria tabaquera ahora va a ahorrar en publicidad, probablemente destine esta cantidad a otros sectores. Hoy es difícil pensar que un personaje público aparezca en los medios fumando porque sí e imposible que un médico afirme que no es tan malo fumarse un cigarro”.

Otro de los pilares básicos de la ley es la limitación del acceso al tabaco, es decir, la reducción de los puntos de venta. El doctor Carreras recuerda que “un niño no compraba sus primeros cigarrillos en el estanco, sino en Kioscos o máquinas expendedoras”. En este aspecto, por lo tanto, la ley también pretende evitar que se creen nuevos fumadores.

Por último, la Ley Antitabaco se sostiene sobre la limitación de los espacios donde se puede fumar. Lo que se anunciaba como un verdadero combate, no ha supuesto mayor problema. En los centros de trabajo, su cumplimiento ha sido muy satisfactorio. En los bares, restaurantes y discotecas, por el contrario, no ha sido así. El hecho de que en el campo de la restauración la ley haya fracasado se debe principalmente a dos factores. En primer lugar, existe la laguna de los locales menores 100 m2, a los que se les permite apostar por un espacio con o sin humo. A pesar de que en la mayoría de estos establecimientos se sigue fumando, algunas cadenas de restaurantes, como VIPS, optaron por prohibir el consumo de cigarrillos y han aumentado su clientela. En otros países, la instauración de estas medidas en la restauración ha supuesto un descenso de ingresos que se ha ido recuperando a pasos agigantados llegando incluso a incrementar los beneficios. Como afirma Carreras, el otro factor determinante es que “en Antón Martín hay más bares que en toda Noruega junta”, lo que significa que al existir gran cantidad de locales, es más difícil controlar que se aplique la ley en todos ellos.

La CNPT subraya la importancia del descenso de fumadores en España, dado que la Ley Antitabaco no contempla una política adecuada de tasas para disuadir el consumo, parte importante de las políticas preventivas contra el tabaco que siguen países vecinos. Esto se debe a que en España la ley depende del Ministerio de Sanidad y no del de Economía. Así, mientras que en Francia la marca más vendida cuesta más de 4,20 euros, en España su precio es de 2,70.

1 comentario:

Vicky dijo...

Super interesante tu reportaje Pau. Está vinculado con el mío, que habla sobre drogas, pero el tuyo tiene la ventaja de ser mucho más específico.

Al final vas a conseguir que me una a tí y logre lo que no ha hecho mi madre: que deje de fumar!!

Buen trabajo y además muy pegado a la actualidad.

Bikiños morita!